Jesús Suárez, el alma del Club Deportivo San Cristóbal de los Ángeles.
El Club Deportivo del San Cristóbal de los Ángeles fomenta los valores y los sueños a través del fútbol. Jesús Suárez, su director y entrenador, desgrana la vinculación entre deporte y los vecinos jóvenes.
El Club Deportivo del San Cristóbal de los Ángeles fomenta los valores y los sueños a través del fútbol. Jesús Suárez, su director y entrenador, desgrana la vinculación entre deporte y los vecinos jóvenes.
Jesús Suárez (57 años) ingresó como jugador en 1985 y al poco tiempo su propio entrenador le ofreció dirigir a los alevines, de 10 años. Fue un breve periodo, pero muy gratificante para él. En 2018, se abrió una segunda etapa en el club con la construcción de un campo de césped y los directivos reclamaron su presencia. Ahora pueden presumir de contar con 17 equipos, con niños desde los cuatro años de edad.
P. ¿De qué te sientes más orgulloso como entrenador?
R. De haber jugado con profesionales como Aguilera o haber entrenado a Raúl. Pero de lo que más orgulloso me siento es de que con los años, cuando veo por la calle a los chavales que he tenido, me saludan o me invitan a sus graduaciones y bodas. La amistad, que se acuerden de uno, es lo más bonito.
P. ¿Qué significa que varios de tus pupilos hayan llegado tan lejos como Raúl González, Carlos Aguilera o los hermanos Amaya Carazo?
R. Sirve para demostrar a todo el mundo que, aunque vengas de la nada, con esfuerzo, sacrificio y trabajo puedes llegar a donde quieras. De un barrio humilde como este han salido grandes figuras. He sido director deportivo en varios clubes, como en Las Rozas, Villaverde o Móstoles y ahora en San Cristóbal. No es porque sea mi barrio, pero aquí tengo un trato diferente.
P. ¿Hay algún joven talento que despunte como Raúl o Aguilera?
R. Entreno a chavales muy buenos, como en todos los clubes. Lo que pasa es que antes triunfaban más porque los padres estaban al margen. Hoy si se ve que uno mete muchos goles, le llevan a otro equipo. Hay que dejar las cosas pasar. Por supuesto que hay gente que podría llegar lejos, no a niveles como Raúl o Aguilera, pero sí a vivir o disfrutar del fútbol durante muchos años.
P. ¿Cuáles han sido los principales logros del club?
R. Empezó en 1966. Hubo una época en la que éramos una sede del Atlético de Madrid y venían muchos ojeadores a por jugadores nuestros. Incluso el equipo aficionado estuvo a punto de subir a Tercera División. Siempre hemos tenido buenos equipos y el San Cristóbal ha sido un referente del fútbol de Madrid.
P. ¿Ha tenido el club alguna dificultad añadida por pertenecer a San Cristóbal?
R. Lo mismo que nos ha pasado a nosotros les ha ocurrido a muchos clubes de Madrid de la zona centro o norte, que han tenido el campo en propiedad, pero no disponían de dinero para poder hacerlo de césped. Ahora da mucha alegría disfrutar del estadio completo con gente del barrio.
P. ¿Cómo se financia?
R. Los chavales deben abonar una cuota que sirve para pagar ropa, ficha federativa y médico. Pero no se puede subsistir solo con la cuota, también tenemos subvenciones del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, aunque son pocas. Los directivos se mueven para conseguir patrocinadores que nos puedan comprar camisetas o para vender lotería. El campo tampoco es gratuito, hay que pagar por entrenar y por jugar.
P. ¿Ha atravesado el club dificultades económicas?
R. Se tuvo que cerrar hace tiempo porque al ser un campo de tierra los chavales no querían jugar en el barro y se iban a sitios donde había césped, como Villaverde o Leganés. Al final, los esfuerzos del presidente y los directivos dieron sus frutos y el club subsiste.
P. ¿Se fomenta el fútbol femenino en San Cristóbal?
R. Aunque es una de las apuestas del presidente, no hemos conseguido tener fútbol femenino. Abrimos una escuela, pero solo se inscribieron seis niñas. Y así no se puede competir. Esperamos poder hacerlo algún día.
P. ¿Con qué sueñan tus chavales?
R. Sueñan con llegar a ser estrellas del fútbol. Pero nosotros les transmitimos que lo importante es estudiar y ser una persona de provecho. Vivir del fútbol es como la lotería, no puedes estar esperando a que te toque.
P. ¿Qué valores les aporta este deporte?
R. Lo primero es el respeto, sobre todo al árbitro, al contrario y a sus propios compañeros. Y ver que esto es una actividad en la que tienes que ejercitarte y hacer caso al entrenador para jugar el sábado.
P. Un profesor del barrio dijo en un artículo que “los jóvenes de San Cristóbal aspiran a ser cajeros del Mercadona, y no se atreven a soñar nada más”…
R. Yo le diría que una cajera ha sido vicepresidenta del Gobierno. No sé por qué dice esto de San Cristóbal, cuando de aquí, tanto antes como ahora, sale gente importante: jueces, abogados, futbolistas y artistas como Camela.
P. ¿Algo que nos hayamos dejado en el tintero?
R. El barrio no es tan malo como dicen. Yo llevo 8 años entrenando y no ha habido nunca ningún problema. Si a los jóvenes se les trata con educación, ellos van a responder igual. He estado en varios clubes, y no es porque sea de aquí, pero no cambio este por otro.